Ibiza Cerrada, pero se multiplican las fiestas ilegales

Con los famosos clubes nocturnos de Ibiza cerrados por la pandemia, varios cientos de personas abordaron una flota de minibuses el mes pasado y se dirigieron a la finca de Can Soleil, el multimillonario fundador canadiense del Cirque du Soleil, para una rumba privada.

Mientras un DJ tocaba en una pista de baile abarrotada, como mostraron los videos compartidos en las redes sociales, la gente festejó en una de las tres piscinas de la propiedad de 64 acres, que se encuentra en el borde de un acantilado con vista al mar Mediterráneo y salpicada de palmeras y esculturas al aire libre.

Cuando la noche se convirtió en día, aparecieron agentes de policía para cerrar la fiesta, cuyo volumen de la música violaba las restricciones locales de ruido.

Esta fiesta privada se convirtió en la noticia principal de este verano en Ibiza, normalmente un destino mundial para los turistas amantes de la música electrónica. Las autoridades locales han mantenido los clubes cerrados para contener una gran cantidad de casos de COVID-19.

Para los propietarios de clubes de Ibiza, que están lidiando con un segundo verano consecutivo de cierres forzosos, las fiestas privadas son un insulto para sus negocios y culpan a las autoridades porque no han hecho cumplir las restricciones a los organizadores de las fiestas privadas: los cierres de los clubes han llevado a que las fiestas privadas ilegales se multipliquen.

En una señal de cómo las fiestas ilegales se han salido de control, las autoridades locales anunciaron recientemente planes para contratar detectives privados para poner fin a las rumbas privadas ilegales, a las que culpan, en gran parte, de hacer de Ibiza, el nuevo lugar de España con más casos de COVID-19. La tasa de infección de la isla se multiplicó por más de seis en julio.

En la otra orilla, los DJS quienes han estado desempleados durante más de un año y medio, dicen que cuando ofrecen $20,000 dólares en efectivo para tocar durante un par de horas en una fiesta privada nadie dirá que 'no'.

Y las fiestas en Ibiza se están promocionando desde el Reino Unido. En instagram el grupo Ibiza Underground Movement promociono el fin de semana del 3 al 4 de julio, una fiesta en una mansión de Ibiza con los DJ británicos Jamie Roy, Ben Sterling, Skream y Hannah Wants.

Mariano Juan, un funcionario del gobierno a cargo del turismo, dijo a Billboard que la policía en Ibiza se sentía "abrumada" y no tenía suficientes agentes para vigilar fiestas privadas. Por eso se ha contratado agentes privados para desactivar las reuniones electrónicas ilegales.

En Ibiza el máximo para reuniones ahora son 50 personas si están en el interior y 120 al aire libre. Las autoridades imponen multas más severas para quien se encuentra organizando una fiesta ilegal, llegando hasta los 300.000 euros para los peores infractores.

Desde junio, España ha luchado con otra ola de COVID-19, atribuida principalmente a reuniones de personas jóvenes no vacunadas. Sin embargo, en general, el país ha logrado acelerar el despliegue de la vacunación a uno de los ritmos más altos de Europa, con aproximadamente el 67% de su población completamente vacunada según la Universidad Johns Hopkins.

Los números de COVID-19 de España mejoraron ligeramente en agosto, pero varios países han mantenido restricciones de viaje para Ibiza y otras partes de España.

Los clubes de Ibiza, incluidos Ushuaïa, Hï, Privilege, Pacha y Amnesia, esperaban comenzar su temporada 2021 que es enorme: 22 semanas con los DJ tocando los siete días de la semana en ocho clubes principales que tienen una capacidad promedio de 5,000 personas cada uno. Esto sin contar docenas de bares al atardecer y lugares para después de la fiesta. 

Fuente: Carlos Passage