Sin duda alguna, en estos dos países se vive y se respira música, por lo cual Renzo siempre tuvo interés en ella, sin embargo su motivación nació al escuchar a su hermano cantar, era su fan número uno, aunque era más un pasatiempo para él, por lo que Renzo pensó “Si él no lo hace, pues lo haré yo”, de esta forma, a los 14 años grabó su primera canción, y así empezó su carrera musical.  

También estudió ingeniería de sonido, y montó su propio estudio en Puerto Rico para grabar y producir el mismo sus canciones. Renzo es un artista total, pues no solo canta, y produce, sino que también compone. 

Le gusta componer y hacer temas que mantengan la esencia de lo que es el reggaetón “Old School”, aunque en sus inicios el género era señalado por ser tan explícito en sus letras, sin embargo, hoy en día es mucho más aceptado, y Renzo quiere mantener esa esencia, esas raíces con sus letras, mostrar la grandeza y versatilidad de un artista que puede hacer reggaetón de este estilo, con sonidos bailables, pero también un reggaetón romántico o incluso ir con ritmos derivados como el Dance hall. 

Otra cosa que vale destacar de sus composiciones y su carrera en general, es que es bastante exigente consigo mismo, como él lo menciona, no le gusta utilizar palabras básicas, ni versos usados, por lo que es un reto para el mismo, que hace parte de su sello y su identidad. 

Franklin Benjamines 

Este gran tema de Renzo, tiene inspirado su nombre en el político americano Benjamín Franklin, cuyo rostro aparece en el billete de 100 dólares, es por ello que la canción habla acerca de una mujer que le encanta el dinero, en especial los Franklin Benjamines. 

Esta gran obra, lo llevó a presentarse en Orlando Florida, donde lo vio el cantautor Benny Benni, reconocido por componer para artistas de la talla de Daddy Yankee, Farruko, entro otros. Benny Benni, se enamoró de la canción y le dijo a Renzo que quería colaborar en ella, y así llegó el complemento perfecto de Franklin Benjamine.